domingo, 1 de abril de 2012

Reflexiones Tenebrosas y Flotantes (12) El tiempo que huyó

Buenas noches a todos y bienvenidos a la decimosegunda edición de Reflexiones Tenebrosas y Flotantes. Hoy quiero hablar sobre el tiempo, sí, el tiempo. Así que comienzo:

Ese tiempo se esfumó, marchó, abrió la puerta y escapó fugaz. Lo tenía firmemente sujeto entre mis dedos, giré la cabeza para dedicar un gesto de asco a ya no recuerdo qué, y al volver la cabeza ya no estaba. Fue desaprovechado y se ofendió, de modo que, como una persona incómoda en un lugar, puso sus pies etéreos en marcha hacia un utópico lugar en el que fuese querido y bien aprovechado.
Desagradado por las sucias manos por las que pasaba viajó por todo el mundo, pero en pocos sitios le apreciaban. La gente tenía prisa, corría, decía eso de "no, ahora no tengo tiempo" y él se sentía despreciado, él que se ofrecía para ser utilizado, como los zombies utilizan a los otros, pero por propia voluntad.

Pero, ¿y si frenamos? Sí, frenar. Sentarnos contemplando una puesta de sol y dejar que el tiempo, en lugar de quemar nuestras manos como una soga que trata de escapar fuertemente de nuestra presión, se deslice y nos acaricie como un suave lazo de raso, como un suave, bello y dulce lazo de raso. Disfrutar y quedarse con los pequeños detalles, en lugar de malgastarlo mirando mal a los demás.

Y hasta aquí la reflexión de hoy, compañeros. Espero que les haya gustado y que reflexionen sobre ello, aunque sea un tema algo tópico.

Descanses, mañana es lunes pero algunos podemos decir que en breves disfrutaremos de las vacaciones y aprovecharemos ese tiempo.

1 comentario:

  1. Me gusta eso de no permitir que los zombies no te roben el tiempo :) que gran verdad.

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